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Sobre libro: Ciencia y religión, de Ken Wilber

Ciencia y religión: dos temas aparentemente inmiscibles, sobre los que Ken Wilber hace una magistral aproximación para indicar que tienen un terreno común que se llama Pluralismo epistemológico.

Diferentes enfoques ahora miran la conciencia: Neoastrología, ecofeminismo, ecología profunda, conciencia cuántica, estados alterados de conciencia, análisis de información, filosofía de procesos,  salud holística, psiquiatría cuántica, channelling, neopaganismo, wicca, conciencia tribal, quiromancia, incluso internet.

A continuación, se muestran varios mapas mentales, para describir mejor este interesante tema.

Campos tradicionales aceptados por la ciencia y la religión, antes de la modernidad.

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Esta es una correlación ancilar entre lo que menciona el autor a lo largo de la obra, entre diferentes campos, valores, ciencias que las estudian.

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La Gran Cadena del Ser

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Comentarios:

  • Una de las críticas al modernismo, es el hecho de haber excluído el Gran Nido del Ser.
  • Los ojos de la sabiduría, fueron propuestos por San Buenaventura (Giovanny da Fidanza) como una profunda aproximación a como es el conocimiento humano, de acuerdo a la Gran Cadena del Ser.
  • El ojo de la carne es categoría inferior, el ojo de la mente es categoría intermedia, el ojo de la contemplación es la categoría superior.
  • Lo que el ojo de la carne no lo ve, no lo ve, es un error categorial decir que lo que el ojo de la carne no ve, no existe. Solamente puede decir que no lo ve.
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A más diferenciación, se necesita más integración. Las diferentes ciencias que procuran la integración, tienen la limitante categorial de trabajar solo con datos de magnitud.

Uno de los problemas de las ciencias en la edad moderna, es que han logrado mayor conocimiento objetivo de escalas de magnitud en lo micro y en lo macro, y la integración que se propone entre ellas sigue excluyendo lo valórico y lo cualitativo.

Esta exclusión de lo valórico y lo cualitativo es lo que Weber llama el desencanto de lo modernidad; sustitución de valores y cualidades por magnitudes e información.

Método científico

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Cuando no hay datos y solamente pauta prescriptiva, esto es la metafísica, y es algo de lo cual  las ciencias duras acusan a las ciencias del misticismo, solo por desconocimiento de los métodos de Yoga que ya están validados en escuelas orientales, como el budismo mahayana, el yoga samadhi.

Una de las soluciones para la aproximación entre ciencia y religión, es dejar al lado la “mitopoyesis” –propone Wilber- y centrarse en lograr estados transrracionales, como los estados alterados de conciencia, que se consiguen después de una prolongada disciplina. Con esto, el misticismo tiene los tres pasos del método científico de occidente: aplica un modelo, consigue un resultado; y no es refutable porque no se raciona el estado de conciencia, sino que se conoce!

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La solución igualmente para reunir la ciencia y la religión, o mejor, el misticismo, es evitar el regreso a lo prerracional, y buscar trascender lo racional, llegando a lo transrracional.

La solución a las crisis de este mundo presente están en trascender a la razón, no buscar regresos a paraísos perdidos.  La crítica que Wilber hace al romanticismo fue la de hacer  una regresión a una época donde se exaltaba la sensación, como cuando la rosa se veía en mucho mayor detalle, como aumentada por un microscopio, en la magistral descripción de Jostein Gaarder…… y en aquella época había también esclavitud, abuso patriarcal, restricción de pensamiento, muchas cosas que tanto amamos de nuestra democracia liberal….

La solución está en empezar a espiritualizar todo nuestro entorno, llenarlo de misticismo, trascender la razón, encontrar que Somos Uno, un tema aparte que no es tratado en este libro pero está relacionado es el de la CONCIENCIA COMO CAMPO, que tiene características de sensación de unidad, de trascendencia, de mostrar que genera una sabiduría especial que se traduce igualmente en una conducta especial.

Un tema relacionado: El cerebro invisible, del médico especialista colombiano Carlos Luis Delgado García.

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El centro cerebral del placer

Contenido traducido, tomado de blog http://alfre.dk/the-pleasure-center/

En 1954, dos jóvenes neuropsicólogos cometieron un error al implantar un electrodo en el cerebro de una rata, un error que involuntariamente llevó a un descubrimiento importante.

Uno de los dos era Peter Milner, un estudiante de doctorado de la Universidad McGill. En ese momento, él estaba poniendo a prueba la teoría de que las ratas podrían ser motivadas mediante la estimulación de la formación reticular, una zona anatómica especial en el tronco cerebral.

Sus ratas corrían a través de un laberinto en T. Cada vez que la rata eligió uno de los dos caminos a tomar, un choque sería enviado a una zona especializada llamada «formación reticular». Era la esperanza de Milner que las ratas podrían asociar su elección con el estímulo supuestamente gratificante, de modo que seguirían eligiendo el mismo camino en futuras aproximaciones. En cualquier caso, Milner no tuvo mucho éxito en su experimento. En lugar de girar hacia el camino por el que recibieron la estimulación, las ratas por unanimidad  evitaron ese lado. Evidentemente, la estimulación evocó un sentimiento negativo en lugar de excitación, como Milner había esperado.

Fue en ese momento que a Milner fue presentado James Olds, un joven psicólogo social de la Universidad de Harvard con un interés en el estudio del cerebro; que estaba buscando a alguien como Milner para que le ayudara a empezar en su trabajo de campo.

Pero el trasfondo de psicología social de Olds fue retirado bastante lejos de la psicología fisiológica del laboratorio de Milner, y Milner se mostró escéptico de que este nuevo recluta pudiera ser de alguna utilidad. Sin embargo, le dio una oportunidad.

Olds resultó ser un alumno brillante: rápidamente, a una semana de serle dado un atlas y libro de anatomía cerebral de la rata, su conocimiento del cerebro de rata destronó al del propio Milner. Pronto, se le dió la tarea de implantar los electrodos en los cerebros de las ratas, siguiendo las instrucciones del Milner.

Este método de implantar el electrodo, sin embargo, era un procedimiento delicado que requería manos firmes y paciencia. Aunque produjo resultados razonablemente consistentes, fue un proceso largo y con mucho margen de error.

Después de practicar con unos electrodos, Olds era lo suficientemente competente para realizar la operación de forma independiente. Pero en esta independencia, hizo algunos ajustes al procedimiento: utilizó alambre de calibre más pesado, y no esperó tanto tiempo para que el adhesivo del electrodo se secara por completo antes de doblar los cables en la orientación deseada. Estos podrían haber parecido ajustes inofensivos en el momento, pero los pequeños cambios en los procedimientos delicados no siempre son tan inocentes.

Una rata Curiosa

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Crédito de imagen: tomada de blog 

https://trojantopher.wordpress.com/tag/peter-milner/

Fue con una de las ratas de Olds que algo muy peculiar pasó. Cuando se estimuló, esta rata se detuvo, empezó a oler y buscar mientras se movía. Tan pronto como el estímulo fue cortado, volvió a su comportamiento normal. Esto estaba en marcado contraste con todas las ratas anteriores que probaron-que podían controlar su movimiento, dando una corta ráfaga de estimulación cada vez que iban en una dirección determinada. En momentos en que Milner se estaba desalentando por su falta de resultados, esta rata obediente reavivó su esperanza.

El intento de descubrir lo que hizo la rata se comportara de esta manera, hizo que Milner y Olds diseñaran un nuevo experimento. En lugar de controlar el estímulo ellos mismos, los dos científicos idearon un método para permitir a la rata activar el estímulo por su propia cuenta. Si la rata administraba el estímulo por sí sola cuando no estaba bajo influencia externa, concluirían que la rata buscaba deliberadamente la estimulación cerebral; esto implicaría que el estímulo era intrínsecamente excitante o gratificante para la rata.

Y de hecho lo fue. Incluso cuando la palanca para activar el estímulo se posicionó con torpeza de tal manera que la rata tenía problemas para manipularlo, la rata fue persistente. Este fue un fenómeno sorprendente que condujo a importantes preguntas: ¿Estuvo la rata completamente subordinada a este estímulo? ¿Podría su comportamiento ser completamente controlado simplemente mediante la estimulación de un área particular de su cerebro?

Único en su clase

Al tratar de responder a estas preguntas, los científicos llegaron a un punto ciego: no podían replicar el comportamiento en otras ratas. Sólo tenían una rata que se comportó de esta manera, y Olds estaba naturalmente preocupado de que esto fuera un fenómeno de una sola vez que nunca presenciaría de nuevo. (Debido a esta preocupación, tomó un video del evento, aunque el video se ha perdido para la historia.)

Después de muchos intentos fallidos más, Milner comenzó a sospechar que tal vez el electrodo no estaba en su posición deseada; tal vez se implantó de forma incorrecta o se había desplazado en algún momento. Pero no había manera de Olds estuviera dispuesto a sacrificar su única «buena» rata para determinar la ubicación del electrodo.

Por suerte, había otros medios de la época, y otro de los científicos en el laboratorio tuvo la brillante idea de tomar una radiografía. Lo que encontraron fue que el electrodo de hecho había sido desplazado varios milímetros de distancia de la formación reticular, y estaba en contacto con el hipotálamo. Puede haber sido el uso de Olds de mayor calibre que requería más presión para doblar, o tal vez fue la forma en que Olds había doblado los cables antes del secado del adhesivo del electrodo. De cualquier manera, estaba claro que el electrodo no estaba donde ellos esperaban, y su nuevo puesto en contacto con el hipotálamo causó algún tipo de sensación altamente excitante en la rata.

El placer y la recompensa

Para los próximos años, en otros experimentos, Olds se dispuso a localizar las áreas cerebrales precisas responsables de la inducción de esta extraña sensación en las ratas. A pesar de que llamó a estas áreas «centros de placer,» no sabemos lo que las ratas en verdad sienten cuando son estimuladas, o si su sentimiento es del todo análogo a nuestro concepto de «placer» (aunque sin duda es un concepto atractivo). Tomando esto en consideración, los científicos de hoy en día prefieren hablar de «centros de recompensa» en vez de «centros de placer».

Se estableció un experimento, similar a la anterior en el que las ratas fueron capaces de autoadministrarse un choque a una parte de su cerebro, empujando una palanca. Dependiendo de donde se dejó la punta del electrodo, las ratas mostraron una amplia gama de respuestas. Olds encontró algunas áreas (áreas pequeñas en el cerebro medio y las secciones adyacentes del tálamo y el hipotálamo) que al ser estimuladas, producían una respuesta de evitación en las ratas. Otras áreas (como la posterior y hipotálamo anterior) en contraste, produjeron la sensación excitante.

En algunos casos, la sensación era evidentemente muy intensa, algunas ratas presionarían la palanca tanto como !!! 7.000 veces por hora !!!  hasta el colapso por agotamiento.

Esta tendencia a la auto-estimulación fue incluso mayor que la del hambre. En un experimento posterior, Olds encontró que las ratas serían capaces de atravesar un suelo altamente electrificado para recibir la estimulación de un suelo que incluso las ratas en ayunas durante 24 horas no fueron capaces de atravesar por la comida.

Las ratas, evidentemente, pudieron ser controladas en su totalidad a través de señales eléctricas enviadas directamente al cerebro. Esto hace que nos preguntemos: ¿Qué pasa con los humanos?

Placer Humano

¿Tienen también los seres humanos «centros de recompensa» en el cerebro?

Sí los tenemos. Pero, tal vez, afortunadamente, la estimulación a nuestros centros de recompensa no conduce necesariamente a un frenesí similar al de las ratas.

En un experimento muy controvertido por Robert Heath en la década de 1950, los pacientes con tendencias violentas tuvieron electrodos implantados en sus cerebros con la esperanza de que la estimulación sería calmarlos. Los pacientes reportaron sentimientos de euforia leves o agradables en respuesta al estímulo, pero nada cerca de la intensa sensación de que condujo a las ratas a comportamientos extremos y de agotamiento. Estos experimentos no estaban buscando específicamente para áreas de estimulación cerebral placentera, sin embargo, lo que puede ser el caso que la orientación otras áreas o combinaciones de áreas daría lugar a una sensación más intensa.

De cualquier manera, incluso sin estimulación neural directa, los hallazgos de Heath sugieren que el humano puede ser propenso a un comportamiento análogo al de la rata, empujando continuamente una palanca para obtener más auto-estimulación: algunos científicos creen que las adicciones   (como ocurre con alcohol o con abuso de drogas) son el resultado de un síndrome de deficiencia de recompensa, en la que una deficiencia en los centros de recompensa del cerebro resulta en un deseo constante de alivio, que toma la forma de abuso de sustancias.

El concepto de centro de recompensa tiene implicaciones interesantes para la investigación y la tecnología del futuro. En un caso extremo, algunos creen que la estimulación directa de estas áreas, será clave para eliminar las emociones negativas por completo del mundo (ya sea o no que sea un estado deseable, es tema de debate). Los partidarios de este escenario futuro les gusta señalar que, en una reunión de la Sociedad para la Neurociencia en 2005, el Dalai Lama mencionó:

                Si fuera posible liberarse de las emociones negativas por una implementación libre de riesgo de un electrodo, sin menoscabar la inteligencia y la mente crítica, yo sería el primer paciente.

Incluso si esto no resulta posible, esto ilustra el enorme potencial que yace en el futuro la investigación del cerebro; todavía hay mucho que aprender y descubrir.

Cabe esperar que en nuestra búsqueda para aprovechar la búsqueda del placer, las tendencias no terminen como la rata: en un ciclo continuo de auto-estimulación, adicción, y el eventual agotamiento.

Referencias (tomadas del post original)

“A World Without Suffering?” Accessed April 8, 2013.http://ieet.org/index.php/IEET/more/dvorsky20090502.

Baumeister, Alan. “The Tulane Electrical Brain Stimulation Program A Historical Case Study in Medical Ethics.” Journal of the History of the Neurosciences 9, no. 3 (2000): 262–278. doi:10.1076/jhin.9.3.262.1787.

Blum, Kenneth, John G. Cull, Eric R. Braverman, and David E. Comings. “Reward Deficiency Syndrome.” American Scientist 84, no. 2 (March 1, 1996): 132–145. doi:10.2307/29775633.

“James Olds, May 30, 1922—August 21, 1976 | By Richard F. Thompson | Biographical Memoirs.” Accessed April 8, 2013. http://www.nap.edu/readingroom.php?book=biomems&page=jolds.html.

Milner, Peter M. “The Discovery of Self-stimulation and Other Stories.” Neuroscience & Biobehavioral Reviews 13, no. 2–3 (Summer 1989): 61–67. doi:10.1016/S0149-7634(89)80013-2.

Motivation: Self-Stimulation in Rats, 2010. http://www.youtube.com/watch?v=aNXhyPj-RsM&feature=youtube_gdata_player.

Olds, James. “Self-Stimulation of the Brain.” Science 127, no. 3294 (February 14, 1958): 315–324. doi:10.2307/1754983.

Olds, James, and Peter Milner. “Positive Reinforcement Produced by Electrical Stimulation of Septal Area and Other Regions of Rat Brain.” J Comp Physiol Psychol 47, no. 6 (1954): 419–427.

Comentarios sobre el paradigma holográfico y la conciencia

5tjad
2 de febrero de 2014 a la(s) 18:11
Holografía se refiere a una técnica especial de producción de fotografías tridimensionales de un objeto. El término holograma fue acuñado por el inventor de la holografía, el científico húngaro Dennis Gabor, a partir de las palabras “grama” (mensaje), y “holos” (toda, completa). En realidad un holograma contiene más información sobre la forma de un objeto que una fotografía simple, ya que permite verla en relieve, y variando la posición del observador, obtener diferentes perspectivas del objeto holografiado. Dennis Gabor inventó la holografía en 1947, y recibió el premio Nóbel de Física en 1971 por su descubrimiento.

La holografía está íntimamente asociada a la naturaleza ondulatoria de la luz. Ahora ¿Qué pretendemos decir con la expresión “naturaleza ondulatoria de la luz”? Todos conocemos las olas de mar, y ya vimos una onda propagarse en una cuerda cuando se agita una de sus extremidades.
Si se corta por la mitad el holograma de una rosa y después se lo ilumina con un láser, se observa que cada una de las mitades sigue conteniendo la imagen entera de la rosa. Además se observa que, aunque se vuelvan a dividir esas mitades, cada fragmento de la película siempre contendrá una versión más pequeña pero intacta de la imagen original.

A diferencia de las fotografías convencionales, cada parte de un holograma contiene toda la información que posee el todo. Lo anterior implica la necesidad de trabajar imágenes con láser para entender mejor el holograma y hace necesario entender que las partículas están conectadas entre sí, en un nivel fundamental, lo cual ha sido descrito con base en hallazgos del físico francés Alain Aspect (Ref. 1) sobre la conexión a distancia de partículas.

En las interacciones a distancia, se ha descrito que un cambio de espin de una particula, inmediatamente modifica al mismo spin a otra partícula a distancia. Incluso a gran distancia. Lo holográfico u hologramático (también lo he encontrado así) hace referencia a que todo está interrelacionado y funciona como un todo; en la parte está el todo; hasta aquí, la cosa sin misterios.
La demostración: David Bohm (físico de Queen Imperial College, de gran tradición, y discípulo de Einstein, amigo de Krishnamurti) lo propone con lo que él llama «teoría del orden implicado», lo demuestra con una gota de tinta disolviéndose en un cilindro con otro soluto, le da vueltas lentamente y la gota de tinta deja de ser visible; y al devolver el dispositivo, vuelve a aparecer la gota de tinta.
Esto lo interpreta como un orden subyacente a otro (orden implicado), primordial, ambos conformando una totalidad. Trabajó con el neurocirujano y neurofisiólogo Karl Lashley, quien a pesar de extirpar fracciones de cerebro en modelos animales, no pudo eliminar un circuito de memoria, esto les llevó a pensar en la ubicuidad de la memoria y a atribuírle entonces esta propiedad holográfica, que luego propusieron para otra funciones, incluida la conciencia.
Además del capítulo del libro de Cerebro, mente y conciencia – Un enfoque multidisciplinario, me soporté en varias referencias adicionales, las cito a continuación:

1. https://sites.google.com/a/kenshozen.es/kenshozen-es/ciencia-1/paradigma-holografico
2. http://www.bibliotecapleyades.net/ciencia/ciencia_holouniverse04.htm
3. http://www.editorialkairos.com/catalogo/el-paradigma-holografico
4. http://puerto-de-escape.cl/wp-content/uploads/2009/08/el-paradigma-holografico-omar-vega.pdf
5. http://www.bibliotecapleyades.net/esp_paradigmaholo02.htm
6. http://media.wix.com/ugd//10016b_c413fa0eea197fd2b63c735b45197d20.pdf
7. Libro dle autor: http://books.google.com.co/books?id=jSlSlyckCUsC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false

Alejandro Melo-Florián MD, FACP

A piece of my mind:

Port 1

Link a google books: Cerebro, mente y conciencia. Un enfoque multidisciplinario

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